En este tiempo que he estado fuera,me replantee cerrar el blog.Pero pense en todas las personas que me habian apoyado hasta ahora,y no tuve el valor necesario.Ahora vuelvo con las energias renovadas(eso si,desgraciadamente,no tantas como antes) y aunque no me sera posible escribir tan a menudo,lo hare lo mejor que pueda e intentare leer todas vuestras entradas.
Además,en todo este tiempo tambien han pasado muchas cosas,como el primer aniversario de este blog.¡Gracias por estar ahi!Y aunque no he podido preparar nada,os dejo una historia que escribi hace un tiempo,y que espero que os guste mucho.
PELUSAS
Siempre he
pensado que en mi mochila podía haber de todo, pero nunca lo que acabo de
encontrar. Bueno, resulta que decidí ordenarla (de decidirlo nada, me
obligaron) y después de haberlo sacado todo, vi unas pelusas. Cogí el aspirador
para limpiarlas pero en cuanto lo encendí, empecé a oír “¡¡SOCORRO, SOCORRO!!”.
Me asusté, porque las voces parecían salir de mi mochila. Encendí otra vez el
aspirador y volví a oír las voces. Decidí apagar el aspirador, y sacudí las
pelusas en la terraza. Miré otra vez dentro de la mochila, volví a oír las
voces y comprobé que las pelusas seguían ahí. Al ver que era imposible quitar
las malditas pelusas, decidí sacarlas con la mano, aunque me daba mucho
asquete. Entonces, al coger las pelusas, empecé a oír otra vez las voces. Ahí
me asusté de verdad, porque empecé a pensar que eran aquellas extrañas pelusas
las que hablaban. Acerqué el oído y empecé a oír las voces discutiendo. Sacudí
la mano y las tiré al suelo. Pensé que me había vuelto loca cuando me pareció
oír a las pelusas gritarme e insultarme por la brusquedad al tirarlas. Volví a
coger las “pelusas” (ya no estaba segura de que fueran pelusas) y las miré más
detenidamente hasta darme cuenta de que estaban hablando de verdad y me estaban
gritando de verdad. -
¡Vale ya! ¡Callaos de una vez TODOS(o todas)!
Me di cuenta de que una de las pelusas, la más grande, estaba mandando
callar al resto. Dio un paso adelante en mi mano y empezó a hablar:
- Saludos humana.
Pensé que me desmayaba del susto, ¿pero qué
NARICES era eso? - ¿Esto es un programa de cámara oculta? ¿Es una broma? ¡¡Porque si lo
es no tiene gracia!! grite muy cabreada.
- Disculpad esta intrusión tan poco oportuna, pero os ruego que no os enfadéis
con nosotros mi señora.
-¿Quiénes sois, de donde venís y que se supone
que es eso de “mi señora”?
Ya casi se me había pasado el enfado, que había dado paso a una enorme
curiosidad.
- Somos la tribu de los Pies Sucios, vivimos en los buzones de correo y
controlamos los excesos de propaganda en los buzones de la gente.
Vale, esto
es muy raro. ¿Unas pelusas que separan el correo de la propaganda? ¡Es una
locura!
-
La gente no sabe que existimos y que vivimos en sus buzones- continuó la
pelusa- Nuestra tribu es la encargada de controlar la propaganda de comida a
domicilio. Esta semana nos tocaba revisar el correo de este edificio y al
entrar en tu buzón una ola de propaganda nos arrolló y cuando nos estábamos
ahogando entre tanta propaganda, la puerta del buzón se abrió y caímos dentro
de tu mochila.
Será muy surrealista,
pero lo más sorprendente de todo es que me lo creo.
- Y ahora
necesitamos tu ayuda. - Espera, ya tengo suficiente con creerme vuestra historia que parece
sacada de una película de ciencia-ficción,
¿y además pretendéis que os ayude en quien sabe qué locura?
-Sí. -Ok, me
habéis dejado sin argumentos. -Todos los
buzones se comunican entre sí por una red que controla nuestra especie,-siguió
hablando como si no me hubiera oído- así que nosotros para salir de aquí
tendríamos que entrar en uno de los buzones de este edificio para poder llegar
a tiempo a una reunión informativa muy importante de todas la tribus, que es
mañana por la mañana. -Vale,
¿y qué? ¡Eso podéis hacerlo vosotros perfectamente!
-Resulta que la portera del edificio está empeñada en estar TODO el rato
limpiando los buzones, y la sustancia que utiliza para limpiarlos nos provoca
unos efectos secundarios.
-¿Cuáles?
-Nos
ponemos de un color azul pitufo y nos emborrachamos. -Eso Es horrible pero, sinceramente, sigo sin saber qué queréis que haga yo para
arreglar eso.Una
pelusa que se había mantenido alejada durante toda la conversación,empezó a hablar.
-Conozco a un antiguo miembro
de la tribu, italiano. Es un sabio que se retiró a su país natal a
meditar.
-¿Y cómo va a poder llegar hasta aquí desde Italia? -Sólo
hay que mandarle una carta pidiéndole que venga y él verá como llegar.
Aunque me parecía poco creíble, escribí la carta y esperamos.
Sorprendentemente nuestra carta fue respondida en tan solo una hora y
media aproximadamente. Muy emocionada abrí la carta y de ahí ¡salió otra
pelusa! Al ver una pelusa gigante pegar un salto hacia mi cara empecé a pegar
saltos como loca y a pegarme tortas para quitármela de encima, hasta que me
tranquilicé un poco y descubrí que la maldita pelusa gigante ya se había bajado
de mi cara. -Bueno,
tú debes ser el “famoso” sabio italiano, ¿no?
La verdad, si lo era, no lo parecía, con unas Ray Ban y un montón
de cadenas de oro.
–Y vengo con la solución a vuestros problemas. Vamos a convertir a la
portera del edificio en un papel de propaganda de ese buffet chino que han
abierto hace poco dos calles más abajo.
-¿¡QUÉ!?¿¡PERO QUE TONTERIA ES ESA!? -¿Se te ocurre a ti algo mejor?
Refunfuñé y negué con la cabeza -Bueno, ahora que estamos todos de acuerdo con mi magnifico plan,
necesito una hora, un vaso pequeño y algunas cosillas más.
Le trajimos todo lo que necesitaba y en una hora nos vino con una
sustancia asquerosa y viscosa. -Ahora
la portera tiene que beberse esto. -Puaj, hay que estar loco para beberse esa porquería. -Tú tienes que disfrazarte de médico y tienes que recetarle esta "porquería". -Pues vaya, ni siquiera ella se lo creería.
Diez minutos después, tuve que tragarme mis palabras. La portera se lo
había creído todo, se estaba bebiendo aquel potingue repugnante y nosotros
veíamos con asombro como la anciana se convertía en un papel de propaganda de
color salmón.
-Prométeme que en cuanto escapen las pelusas a
través de mi buzón la dejaras como estaba antes.
-Prometido.
En cuanto la pelusa acabó de decirlo, una chica de unos veinte años y
pico entró por el portal.
-Buenos dias. Escondí
rápidamente las pelusas en el buzón y disimulé lo mejor que pude.
-Buenos días. -¿Conoces
a la portera del edificio? ¿Sabes dónde está?
Asustada y sudando como un cochinillo, dije que no tenía ni idea de
dónde estaba. Y en ese despiste, la anciana portera en forma de propaganda
salió volando y se escapó calle abajo. Y cuando pensaba que nada podía ir
peor…
-Soy
su sustituta. -¿¡QUÉ!?
-¿Es que no lo sabías? Estaba demasiado mayor y hoy se jubilaba, yo
seré la próxima portera. Ah, y espero que no os importe, pero tengo la manía de
limpiar constantemente los buzones.
Y antes de que pudiera frenarla, se había puesto a fumigar los buzones. De allí salieron unas cosas
azules tambaleándose como si estuvieran borrachas. Y la portera asustada,
empezó a echarles spray limpiador como loca. Y bueno, yo no pude más que lamentarme
y decir…
-¡¡¡MIERDA!!!
Espero que os halla gustado y hallais pasado un buen rato leyendolo.Sé que es bastante surrealista,pero tenia que escribir un relato para el colegio y no tenia inspiracion,asi que un dia bromeando con mi padre me dio esta divertida idea.Me gustaria saber vuestra opinion,¡muchas gracias!
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