Diario de Carlota,2ª parte
De repente, oí una voz que me llamaba. Me di la vuelta y vi una chica de melena rizada y pelirroja, ojos verdes y divertidos, cara pecosa e infantil y sonrisa pícara. ¡Era Sam!
-El sentido común me dice que alguien no hay dormido muy bien-dijo Sam, mirando preocupada mis ojeras.
-Tranquila, no es nada, sólo me he pasado toda la noche leyendo y corrigiendo un libro que escribí de pequeña-dije, bostezando.
-¿¿¿¡¡¡Queeee!!!???-dijo sorprendida-¿¿Vas a presentarte al concurso??-.
-¿Qué te creías, que iba a desaprovechar esta oportunidad?-.
-Pues como vas a necesitar mucho tiempo, voy a hacerte los deberes de semana santa-me dijo Sam, muy convencida.
-Si claro, con todos los que nos han mandado-.
-Tú aprovecha que dentro de dos días vas a tener libre todo el día para leer y corregir tu libro, no te preocupes por los deberes-.
-¿De verdad, Sam?-dije mientras ella asentía-¡Eres fantástica!
-Sí, lo sé, pero no me lo repitas mucho que a lo mejor cambio de opinión-dijo Sam guiñándome un ojo.
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-Capitulo 2, Carlota Reina de los Piratas:
Si, esa soy yo, Carlota la Reina de los Piratas. Os explicaré porque: A mi madre le tocó en un sorteo unas vacaciones en un velero para aprender náutica y navegación por unas islas tropicales. Según ella, sería divertidísimo, haría muchos amigos, y “¡Ya le gustaría a ella!”.
Sinceramente, yo no quería ir, prefería quedarme con Sam, pero mi madre insistió e insistió, y al final sí que voy a ir. Qué peñazo.
Cuando llegamos al puerto, vi un gran velero con dos mástiles altísimos. Ya me lo estaba imaginando: Carlota la pirata subida a los mástiles de aquel velero gritando “¡Al abordaje!”.AL fin y al cabo, a lo mejor sería una gran semana.
Pero eso se estropeó cuando miré a todos los lados para ver a mis compañeros de campamento, y no encontré ninguna chica. ”Bien empezamos”, pensé.
Pero antes de que pudiera preguntarle al organizador si había alguna chica, a parte de mí, en el campamento, vi una limusina negra que aparcaba por todo el morro delante del puerto.
Del asiento trasero del coche salió una chica de pelo castaño revuelto, con una sudadera y unas medias de colores, y del delantero, una señora mayor muy bien vestida.
-Estupendo-dije para mí misma-La única chica que hay, y es la típica ricachona creída.
-Venga Emilia, arréglate un poco, ¡no sé cómo se te ocurre ir con esas pintas!-oí que decía la señora a la niña.
-¡Cuantas veces te he dicho que me llamo Emily, y no Emilia!-dijo la niña, apartando molesta a la señora mayor, y andando en mi dirección.
-Yo también me he cambiado el nombre-le dije a la chica-Me llamo Carlota.
-Guay, yo me llamo Emily-me dijo la chica-¡Chócala!
Al principio yo no sabía que decirle, pero al final le choqué el puño y sonreí.
-Creo que vamos a llevarnos bien.
-Sí, creo que tienes mucha razón-me dijo Emily sonriendo.
Después de 5 días en el barco, y de haber encontrado una gran amistad en Emily, me desperté una mañana con el grito de “¡Al Abordaje!”. Pensando que era un sueño, me levanté de la cama, encendí la luz, y salí a tomar un poco de aire fresco. Al subir a la cubierta, vi una enorme goleta con una bandera negra y una calavera. Asustada, descubrí que habían enganchado su barco con el nuestro, y nos estaban remolcando hacia una pequeña isla que nunca antes había visto. Paralizada por el terror, lo único que se me ocurrió fue volver al camarote y avisar al organizador, que subió a toda pastilla a la cubierta y abrió la boca como un buzón de correos cuando vio la horrible bandera.
Cuando habíamos conseguido despertar a todo el mundo, habíamos llegado a la isla, y los piratas ya nos estaban prestando atención.
-Si nos dais a la chica os dejaremos libres-dijo uno, que parecía que era el capitán-Si no, os raptaremos a todos y pediremos un rescate por cada uno.
-¡Qué narices queréis de mí, viejos anticuados!-dijo Emily, dando un paso al frente.
-uumm, ¿quizá la pasta de tu rica abuela, niñata insolente?-dijo uno que tenía cara de rata.
-¡¡niñata tu madre!!-le gritó Emily, muy cabreada.
-Mejor estaos callados, y no os haremos daño-dijo el capitán-¡Amordazadlos y subidlos al Calavera Negra!-ordenó el capitán a su tripulación.
Me desperté atada con cuerdas en un sitio oscuro y húmedo e infestado de ratas. Lo único que recordaba era que había pataleado como una loca, había llenado de puñetazos a los dos piratas que me intentaban meter en un saco, los había arañado y ya no recuerdo más.
Mire a mi alrededor y descubrí a Emily a mi lado, ya despierta, y a su lado vi al organizador del campamento y a los otros dos chicos que iban en el velero.
-Tengo un plan-me dijo Emily al verme despierta.
-Pues vamos a por ellos-le conteste, porque estaba dispuesta a cualquier cosa por salir de aquel lugar.
-Primero, coge aquella llave-dijo señalando al vigilante, que estaba dormido.
Con los dedos de los pies, conseguí coger la llave.
-Ahora, pásamela.
Le di la llave, y se desató. En cuanto se liberó de las cadenas, me desató a mí, a los dos niños y al organizador.
-Vale, poneos las cadenas por encima sin ataraloslas-dijo dirigiéndose a todos-Como la mayoría han salido, aprovecharemos cuando vengan con la comida.
Cuando acabo de decirlo, apareció otro pirata con la comida, y cuando entró y nos la dejó al lado, saltamos encima suyo y le quitamos la navaja que tenía. Corriendo, salimos de la celda y llegamos a la playa. Nos metimos en el velero y aprovechamos un motor de emergencia para salir pitando de allí.
Al día siguiente, estábamos en el puerto y allí estaba mi madre y mi padre, que me preguntaron a coro:
-¿Qué tal te lo has pasado?
-Muy bien-dije yo, guiñándole un ojo a Emily-Aunque ha sido un viaje muy tranquilito, no ha estado mal.
1 comentario:
Hola,Luciliu, me ha encantado
el capi, de verdad, pero
menudo susto deben de
haberse llevado Emily y Carlota bueno pasate cuandoo quieras
por mi blog he colgado un nuevo capi.
http://laprincesadeldesierto.blogspot.com/2011/05/capitulo-4.html#comments
besitos
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